Soy feo,
indudablemente feo,
De esos feos
que con dos piscolas pasan,
De esos feos
que cuando le preguntan a la mamá si se ven bien,
La madre les
responde: “siempre serás el hijo de mamá”, evadiendo la pregunta.
Soy de esos
feos que siempre le dicen, “oye tu amigo, ese, sí que es bonito”
Y a tus
amigos –refiriéndose a ti- “como te puedes juntar con él”
Soy de esos
feos que las mujeres, más desfachatadas, en sus charlas, te sindican como el
feo,
El eludido
en la botellita, el último con pareja para la cueca,
Y cuando
creemos que la belleza interior es lo único que nos queda, ¡Paf! Los bonitos,
también la tienen y hay que entrar a competir.
Y cuando
decidimos que seremos expertos en una rama de las ciencias, para que se fijen
en nosotros por nuestros talentos, ¡Paf!, también hay bonitos en las ramas de
las ciencias y se fijan en ellos por sus talentos.
Soy feo y
del subgrupo de los hediondos, que se bañan por obligación sanitaria,
De los gordos, que solo les dicen flacos por sus
fotos del pasado,
De los pobres que no pueden invitar a comer
una chorrillana
Y con una arruga tamaño gran cañón en la
frente, que no sabe si vendrá un fax o un corto telegrama.
Ahí está mi
subcategoría luchando por no desaparecer,
Contra los
negros sin estilo y los con dientes de conejo.
También hay
feos que luchan contra la historia y se buscan a la polola más bonita del
mundo, luchan por tomar de la mano, por beber de la fruta de aquella doncella
que los librará como feos, y ahí van; “suelta al mono”, “feo con suerte”, es
decir, nunca pierden su condición de feo.
También hay
feos que luchan contra la historia y se hacen ricos y van también, detrás de
ellos los miles, gritándoles feos con plata.
Y así
podemos recorrer esta intransitable vereda de los feos,
Retratados en monumentos,
Despreciados en caricaturas,
Descritos en
poemas lánguidos y sosos que intentan darle una vuelta
A este camino de fealdad y desacato.
Pero feos,
Del subgrupo de los pelados, gordos, flacos,
carones, pata corta, espinillentos,
Feos del
mundo que agolpan los sitios de internet con mujeres desnudas,
Feos y pavos, feos y caballerosos, feos y
rubios, feos y calientes,
Que transitan por la calle sin ser admirados,
con el tinder vacío,
Somos miles,
hombres y mujeres hechos a imagen y semejanza del divino
Miles que
llevan su fealdad con orgullo, que la pintan con el maquillaje más taquillero
de parís, que se desviven por la dignidad, que luchan por sus deseos, somos
miles de feos que nos enjuiciamos entre nosotros, nos miramos y nos decimos a
la cara: QUÉ FEO
Feos del
mundo, los invito a caminar de la mano, a escucharse, olerse y vomitar entre
todos, porque la belleza mis queridos hermanos y queridas hermanas está en el
sublime otoño, el desesperado invierno que lucha por no dejarnos viviendo en un
gran desierto, la belleza está en la finitud de la vida, en el llanto de los
niños, en la risa de los manatíes que se extinguen por los derrames de
petróleo, feos del mundo sepan que su fealdad no es más que la cruda tortura de
los 70’, que su fealdad no es más que un soplo, una perspectiva inmunda de un
mundo sin alma, sepan que el mañana es de los feos, porque, y solo porque:
Nadie puede
saber quién es exactamente bonito, por ende exactamente feo.