no sé si es tu risa que enloquecía a los vecinos o tu mueca que agitada montabas cuando parabas de reír, lo que me hace recordarte cada vez que merecen mi contemplación los murales que adornan las poblaciones, merecemos en nuestra memoria un poco de los dos, ya que de un tiempo a esta parte no hemos sabido abandonarnos y hemos abandonado ya la cordura, vivimos casi siempre de lo que la vuelta del sol nos podía traer y recogimos frutas para matar las tardes de verano que profundamente nos hicieron sudar. me pregunto una y mil veces si te enamoraste de mi por mi entrada de buzón que tiene mi frente o por la elegancia con que desnude mi corazón para que supieras que enloquezco mientras pasan los años y que la arrogancia fervorosa que impúdica te desprecia no es más que cascara de choclo que esconde profundos secretos incas.
he de volverte a ver me pregunte hasta que te vi y supe que lo único que me separaría de ti era la ciencia que no es capaz aún de traerte con un solo clic a mi lado.
he de volverte a ver me pregunte hasta que te vi y supe que lo único que me separaría de ti era la ciencia que no es capaz aún de traerte con un solo clic a mi lado.
